• Alrededor de dos mil toneladas de basura se recogen a diario en la capital, de éstas, el 50% son retiradas de las calles en la modalidad pie de vereda y el 5% corresponde a barrido manual.
  • En estas modalidades de limpieza se emplea la fuerza laboral de casi quinientos cincuenta hombres y mujeres  que recorren calles, levantando fundas con basura de las veredas,  y otro grupo importante,  con escoba y manilla.

Cuando amanece en la capital y mientras sus habitantes cumplen su rutina diaria, EMASEO EP, rompe la oscuridad de la ciudad, con la operación de recolección a pie de vereda y barrido manual de sus calles.

Se han diseñado 370 rutas de barrido, y, 181 para recolección a pie de vereda, ajustando además, horarios y frecuencias que son cubiertos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año.

Un obrero de recolección a pie de vereda recorre de 5 a 7 kilómetros diarios y levanta un peso equivalente a 37 tanques de gas de 15 kg, su labor diaria inicia a partir de las 07h00 y culmina a las 14h00 en horario diurno, y, por la noche, a partir de las 20h00, extendiéndose hasta las 02h00.

Las principales herramientas de un obrero de recolección son sus manos y su fuerza física, es por ello, que hacemos un llamado a la ciudadanía para que disponga sus residuos sólidos en fundas bien cerradas, envuelva vidrios o restos de materiales que pueden lastimar sus manos, utilice los contenedores para residuos domésticos especiales y peligrosos, para desechar; focos, pilas, restos de lacas o pinturas y medicina caducada que puede convertirse en agentes infecciosos o de heridas graves para los trabajadores de EMASEO.

Formar parte de una ciudad limpia, implica tomar estas medidas y otros aspectos que aportan al ornato y cuidado de la misma, por lo que instamos a utilizar las papeleras dispuestas en el espacio público, recoger las heces de las mascotas, barrer el frente de cada domicilio o comercio, entre otras; éstas acciones se requieren para mantener limpia la capital.

Recuerde, la ciudad más limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia.

Ama a Quito, mantenlo limpiecito!