Pese a todas las adversidades que se han vivido durante el 2020, por la aparición de la COVID-19, la recolección de residuos sólidos ha sido permanente en todo el Distrito Metropolitano de Quito. En el presente año, la Empresa Pública Metropolitana de Aseo recogió aproximadamente 713 mil toneladas de desechos, cifra similar a la registrada durante el 2019 (736 mil toneladas), el mayor porcentaje está relacionado con residuos orgánicos, diferentes tipos de reciclables y rechazos.

“La empresa trabaja 24/7, sin importar que sea Navidad, Fin de Año, fiestas de Quito y demás días festivos. El trabajo de nuestro personal no se detiene, pues la generación de residuos es permanente y más aún en estos días que está vigente un estado de excepción, ya que la mayoría de ciudadanos no van a salir de la ciudad lo que significa que vamos a tener una mayor generación de residuos, pero estamos preparados para tener una actividad intensa durante esta semana de fin de año” expresó Yolanda Gaete, gerente de EMASEO.

Los servicios que EMASEO EP brinda a la comunidad quiteña son recolección contenerizada, carga lateral, frontal y posterior, a pie de vereda, islas soterradas, barrido manual, recolección a mayores productores y parroquias descentralizadas, hidrolavado, entre otros. En 2020, varias han sido las aristas en las que se ha trabajado para mejorar el servicio, por ejemplo, se optimizaron rutas en las administraciones Calderón, La Delicia, Eugenio Espejo y Tumbaco, logrando disminuir los tiempos de traslado de los vehículos desde el Centro de Operaciones hasta el inicio de la ruta y desde la estación de pesaje y al Centro de Operaciones, permitiendo tener un servicio con calidad operacional.

Con la flota de 100 unidades operativas se brinda el servicio en 232 rutas de recolección, logrando que la gestión que desarrolla EMASEO EP beneficie a los habitantes del DMQ.

Aproximadamente 1.200 “Soldados Azules” cumplen sus arduas jornadas laborales por mantener limpia a la ciudad. En los meses más complicados, por la declaratoria de emergencia, el estado de excepción y el aislamiento social, se realizó hidrolavado en 10.187,49 kilómetros de calles y avenidas principales del DMQ, además de plazas y bulevares. Se sanitizaron 36 mercados, 9 hospitales, es decir, 228.4 millones de metros cuadrados y se ejecutó 7.945 desinfecciones de contenedores.

Desde marzo, que se conoció de la presencia de la COVID-19 en nuestro país, se han registrado variaciones en las cantidades de residuos que se recogen en Quito. Los motivos son varios y por diferentes factores: aislamiento, nivel de poder adquisitivo, desempleo, entre otros aspectos que han jugado un rol importante en la generación de desechos. En los meses de aislamiento, los lugares donde se generó mayor cantidad de basura fue en las viviendas, ya que los espacios públicos, centros comerciales, restaurantes, etcétera, se encontraban cerrados, por lo que se tuvo que reforzar el servicio de recolección domiciliaria.

En enero, marzo, mayo, junio y julio son los meses en lo que la recolección de desechos superó las 63.000 toneladas; mientras que en los meses restantes la cantidad se mantuvo entre los 54.000 y 59.000 toneladas.

Por otro lado, el servicio de “Fin de Tereques” que se desarrolla todos los fines de semana en los Centros de Operaciones “Occidental” y “La Forestal”, desde las 07:30 hasta las 15:30, ha sido un espacio para que cientos de habitantes acudan a desechar sus muebles viejos, electrodomésticos, llantas usadas, residuos de construcción o poda (hasta 5 quintales). El servicio ha impulsado la corresponsabilidad ciudadana en el manejo adecuado de residuos voluminosos; algo similar ha ocurrido con los 18 puntos de acopio de los residuos domiciliarios especiales y peligrosos.

“Para el servicio de barrido manual contamos con 402 Soldados Azules, quienes están divididos por cuadrillas y cumplen rutas diarias; por ejemplo, en el Centro Histórico, donde se realizan labores de barrido permanente siempre se recolecta gran cantidad de residuos, por ese motivo se desarrollan constantemente campañas de educación y sanciones, todo esto en conjunto con la Agencia Metropolitana de Control, ya que la finalidad es erradicar estas malas prácticas” acotó la Gerente de EMASEO EP.

Se exhorta a los habitantes del DMQ a cambiar esos malos hábitos o costumbres, respetando el espacio público, las frecuencias y los horarios de recolección. Asimismo, evitar causar daños a los contenedores, porque son bienes que pertenecen a la ciudad y deben ser cuidados. Es importante recordar que existen sanciones y multas para los malos ciudadanos, quienes irrespeten el Código Municipal 001 (Ordenanza 332).